sábado, 16 de junio de 2012

Samarcanda


De Amin Maalouf
Enriquecedora novela en la que además de verme envuelta en una apasionante entramado, hablamos de hechos y sitos históricos, mitológicos, hechos transcendentales, ciudades cargadas de enigmas que hoy día son Patrimonio de la Humanidad. Como la ciudad de Tabriz, con sus ruinas de la mezquita azul mencionada en "Las mil y una noches", y que en estos años, bien podría ser la ciudad emblema de la rebelión de Oriente.

Un manuscrito es el hilo conductor de todo el libro:  “Los Rubaiyat” de Omar Khayyam, (75 poemas de 4 lineas-cuartetas), Irán, una Persia convulsa en el S.XI bajo el dominio Turco, y en el S.XX bajo la influencia de los Zares de Rusia. Ambas épocas unidas por este manuscrito y unos personajes, a veces mito, a veces ficción que se ven envueltos en innumerables tramas políticas, sociales, y sentimentales.
¿Qué son los Rubaiyat? Depende de las interpretaciones (como en todo) alababan los placeres mundanos, cultos místicos sufíes donde el “vino” es la metáfora del gozo del espíritu, y el “amor” es la idea universal generadora de leyes que todo lo rigen.

Dice Maalouf de Khayyam: “que tenía valor moral, sin ser un loco o un suicida, y representa alguno de los más hermosos rasgos de la cultura musulmana”.

En la primera parte SXI une a tres personajes persas históricos a través de una leyenda.
Estos tres personajes son: el mismo Omar Khayyam que observó el mundo; Nizam Al-Molk, el visir persa que lo gobernó ; y por último, Hassan Sabbah, el ismaelita, que es una rama fanática del chiísmo, que lo aterrorizó.
De igual modo lo hace en la segunda parte, S XX de influencia Inglesa y rusa, a través de los personajes de: el rico comerciante Fazel,  Morgan Shuster como tesorero general de Persia, el norteamericano Baskerville, que decía “tengo la profunda convicción que en este comienzo de siglo de que si oriente no consigue despertarse, pronto occidente no podrá dormir más”.

Una curiosidad:  El nombre de Irán procede de la palabra “Airania Vaeya “ que significa “la tierra de los arios”... Cuentan que los nazis, en una visita del Ministro de Propaganda alemán a Irán, le otorgó a los iraníes una "carta de naturaleza" en la que se indicaba, que los iraníes estaban dispensados de demostrar su pureza de sangre, ya que eran auténticos arios.

Cuarteta de Los Rubaiyat:

"Y si el vino que vosotros bebéis y el labio que apretáis
terminan en la Nada en que todas las Cosas terminan ...
Sí. Entonces imaginad mientras sois, que no sois sino
lo que vos seréis: Nada. No seréis menos"

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