miércoles, 23 de octubre de 2013

Carta abierta de un agricultor al consumidor


Soy fan de los amaneceres, la incertidumbre y la naturaleza original de Debiles. Quizá tú seas más de atardeceres, esos que aplaudes en Ibiza con un Gin-Tonic especiado en la mano. Me necesitas como mínimo tres veces al día, pero no eres consciente de ello porque siempre has tenido la nevera llena. Incluso ser foodie es “cool” gracias a un cabrero de la Sierra de Málaga. Aunque no me veas, soy el que le pongo la palabra “encanto” a las escapadas de fin de semana en una casita rural. Sí, el bucólico paisaje y los desayunos con huevos de gallinas camperas, también llevan mi sello. Detrás de cada "buen sabor de boca" hay alguien de los mios.


Con la PAC me acuesto y con la PAC me levanto. Es lo único que compartimos de verdad todos los europeos. Nos dicta las reglas del juego, que suelen cambiar unos señores de Bruselas muy trajeados cada 4 o 5 años. Cada vez que salgo al campo me siento como una especie de Benzemá en un eterno fuera de juego. Dicen que la cambian tanto porque tú quieres gallinas y cerdos más felices y un modelo de producción más verde. La PAC esté con vosotros. Y con tu espíritu. Tenemos el modelo agrario más respetuoso con el bienestar animal y el medio ambiente del mundo. Sin embargo, no estás dispuesto a pagar unos céntimos más por los alimentos y a la hora de la verdad eres sensible a los bajos precios y a las marcas blancas con producciones de terceros países que no tienen normas ambientales y en algunos casos utilizan mano de obra infantil. Reclamas granjas cinco estrellas pero quieres pagar a precios de habitación compartida en piso de estudiantes. Échale un ratillo y te aclaras. Te doy una pista; lo que decía Machado de valor y precio.

Las ayudas, esas por las que me sueles tachar de pesetero, sirven para que puedas consumir alimentos sanos y seguros a un precio asequible. Mis costes son en ocasiones mayores de lo que me pagan. No puedo poner precio a lo que produzco. Son otros los que me lo imponen. Será por eso que me llaman “el eslabón más débil de la cadena” a  pesar de la dureza de mi trabajo.

No creas que miro tanto al cielo en busca de milagros. No me puedo permitir el lujo de estar en las nubes. Una tormenta puede echar por tierra el esfuerzo de todo un año. Soy conservador, no porque tenga miedo al cambio, sino porque tengo mucho que perder. Que tus ingresos dependan de los caprichos del clima te hacen tener siempre los pies en la tierra.

Y sin embargo, tengo sueños. Transformar agua, tierra y sol en alimentos tiene algo de magia. Alimentar al mundo, algo de heroico. Dejar a las generaciones futuras un medio natural sostenible, algo de trascendencia.
Atentamente,
Tu agricultor de cabecera.

PD: recuerda que hoy, como cada noche, cenamos juntos. Pon las velas y la sonrisa. Yo me encargo del vino y el queso.

FUENTE:
http://www.chil.org/blogpost/y-sin-embargo-te-quiero-carta-abierta-de-un-agricultor-a-un-consumidor/1910

jueves, 10 de octubre de 2013

Bessie Stringfield La Reina de la Motocicleta de Miami

La reina de la motocicleta de Miami


Mujer, negra, mototorista, peligroso coctel en los años 30-40 en EEUU, en su Indian Scout a sus 16 años viajo por 48 estados americanos, una verdadera gincana de prejuicios y odio que Bessie supo sortear con su empeño de disfrutar de la vida encima de una moto.


Nació en Kingston, Jamaica en 1911 su familia emigro a Boston pero con 5 años quedo huérfana. Fue adoptada por una pareja blanca irlandesa, su nueva familia adinerada le dio a la joven su primera moto, aunque no era usual que una niña tuviera una moto, su madre la apoyo siempre en su ansia aventurera, a los 16 años se sentó en una India Scout y sin saber ni siquiera conducir una bici, aprendió a hacer trucos y malabarismos con ella al instante. Su madre pensaba que era un milagro y que Dios y la moto habían despertado una excepcional destreza en Bessie.

En la década de los 30 realizo 8 viajes a través de 40 estados, lanzaba una moneda al aire sobre un mapa para determinar a cuáles. Iba de un estado a otro durmiendo al raso o en casas de familias negras puesto que no se le permitía dormir en moteles, esquivando disparos y haciendo trucos y malabarismos con su moto consiguió sufragar los gastos de los viajes. Aunque ella siempre decía que “solo estoy viviendo mi vida”…. Estaba también fraguando una leyenda.

(Hablamos de una época en la que el historiador Raimundo Logan definía como “el punto más bajo de las relaciones raciales en EEUU”)
Se caso y divorcio 6 veces, y soporto la trágica pérdida de 3 hijos. La 2ª GM se dejo venir y se ofreció como voluntaria, sirviendo de enlace documental entre las bases nacionales.
En 1950 se instala en Miami y consigue el titulo de enfermera para trabajar en ello. Organiza y funda el Iron Horse Motorcycle Club pero disfrazada de hombre. En una carrera de pista plana en Miami (puesto que las mujeres no podían entrar en las pistas de competición se  disfrazó de hombre) es la vencedoraPERO al quitarse el casco destapa el misterio…  una negra mujer  invicta…. se le negó el dinero del premio. 

Demostró a todos que ella era real, una piloto de acrobacias, todo el mundo le dio el respeto que merecía y  la prensa empezó a llamarla, la indiscutible “Reina de la motocicleta de Miami”
En su vida Bessie poseyó 27 Harleys (todas nuevas y azules), en 1993 muere esta leyenda, su corazón era tres veces más grande de lo que debía ser, curiosa metáfora de esta excepcional y enérgica persona… no soporto mas viajes , aun incluso cuando el médico le recomendó que no debía montar en moto, ella le dijo “sino monto…no vivo, así que no puedo parar!!”

El libro Hear me Roar: Women, Motorcycles, and the rapture of the Road de Ann Ferrar, proporciona la mayor fuente histórica de su vida y hazañas. 
En 2000 la American Motorcycle Association creó un Premio en memoria de Bessie Stringfield, dos años más tarde fue incluida en el Salón de la fama de la motocicleta.



“Lo que hice fue muy divertido y me encanto” (en una entrevista de Ann Ferrar en 1990)

Fuentes:

lunes, 7 de octubre de 2013

Una cabeza llena de pájaros y otros cuentos

De Angel J. Bravo Mendiola

Cuentos filosoficos de Oriente y del mundo árabe, sutiles desenlaces que nos muestran otras facetas de la realidad.

Lo compone varios cuentos: Domingos, Los dos ojos, El pasillo, La balanza y las diez mil muertes de U Chi, La rueda de Indra, La peregrina herejía de la ciudad de Biblos o Cronicas del Submundo, todos son universos imposibles, o no, depende de cada individuo.
Es buena lectura, y muy entretenida.