En Gante, Elsie y Mairi recogieron
soldados heridos, a diestro y siniestro, incluso alemanes. Tomando riesgos
considerables y encontrándose en ocasiones en situaciones
peligrosas. Después de la caída de Amberes en octubre de 1914, “La ambulancia voladora” fue evacuada a
Ostende, donde se incorporó a la Ambulancia de campo belga . A
principios de noviembre de 1914, las dos enfermeras establecieron su propio
puesto médico en Pervijze, justo detrás de la primera línea de combate. Eran llamadas
los “Angeles
de Pevyse”
Las unió su pasión por las motocicletas, cosa poco usual
en mujeres del siglo XIX, las llevaría a marcar sus vidas en una aventura
inolvidable. Se conocieron en una de las muchas carreras entre Hampshire y
Dorset.
Elsie fue separada de sus hermanos,
y dada en adopción, tuvo una infancia triste, primero en la escuela de chicas
de Marlborough en la que nunca se adaptó y después en la escuela para señoritas
Saint Nicholas de Kent. En 1903 sus padres adoptivos la
trasladaron a un internado en Suiza.
De vuelta a Inglaterra, cuando ya era una mujercita
que superaba los veinte años de edad, conoció al que se convertiría en su
marido, Leslie Duke Knocker, con quien se casó el 5 de abril de 1906. Leslie
trabajaba en un banco en Londres y tenía diez años más que Elsie. Poco tiempo
después la pareja se trasladó a Singapur donde uno de los hermanos de Leslie le
había conseguido un trabajo en la China Mutual Insurance Company.
En Asia se quedo embarazada, regreso a Londres y dio a
luz su hijo Kenneth, en agosto de 1907 regresa junto a su marido pese a los
maltratos y violencia recibidos de su marido, además de adulterio. Aguanto
hasta 1910 cuando lo abandono para siempre, volvió a casa de sus padres
adoptivos y nunca conto la verdad del malogrado matrimonio. Gracias a la
herencia paterna inicio trámites de divorcio, se exponía al rechazo social,
aislamiento, y exclusión de la comunidad. Sin embargo de cara a Mairi Gooden y
resto de personas que conocería después, enmascaría su situación, y contaba que
era viuda.
Antes de que estallara la Gran Guerra, Elsie empezaría una nueva vida como partera en el
Queen Charlotte’s Hospital de Londres mientras su hijo permanecía con los
Upcotts en Marlborough. En julio de 1913 se reencontró con los suyos y vivió
una de las épocas más felices de su vida. Con parte de la herencia que había
recibido de un tío suyo, Elsie decidió
hacer algo poco habitual en una mujer, se compró una motocicleta y un sidecar,
cumpliendo uno de sus sueños, poder disfrutar de la velocidad que le
permitían estos nuevos artilugios colocando a su pequeño Kenneth en el asiento
del sidecar. Elsie se unió al Gypsy Motor Cycle Club y
exprimió la vida al máximo… hasta que la guerra estalló.
La historia de Mairi era muy distinta a la de Elsie.
Mairi Lambert Gooden-Chisholm había nacido el 26 de febrero de 1896 en Escocia.
La infancia de Mairi estuvo llena de alegría y ciertos lujos para ella y su hermano,
Ualiean. En 1906, la familia creció con la llegada de la pequeña Lucy y un año
después Mairi empezaba sus estudios en Redmoor y después al Saint Katharine’s
School.
Cuando Mairi se reencontró con su hermano años
después, lejos de divertirse con entretenimientos dignos de una señorita, ambos
disfrutaban de actividades masculinas, entre ellas, hurgar en las tripas de una motocicleta. Mientras que a su padre no
le importaba que Mairi se dedicara a montar aquellos cacharros, su madre se
desesperaba creyendo que su hija iba a arruinar su futuro.
Pero la felicidad de Mairi junto a
su hermano Uailean también terminó pronto. Sus padres hacía poco que habían
comprado una hacienda en Trinidad y se trasladaron allí a vivir con la pequeña
Lucy reclamando también la presencia del hijo.
En el otoño
de 1913, Mairi conoció a una mujer a la que llamaban la “gitana”, que disputaba
carreras de motos. Era Elsie Knocker.
Su pasión por las motos las unió en una gran amistad y cuando estallo la guerra
continuaron en otros proyectos, “Hay trabajo que hacer” le diría Elsie a Mairi
y también le propuso unirse al Women’s Emergency Corps
Cuando se trasladaron a Londres, el Doctor Hector
Munro conoció a Mairi en uno de los actos del Women’s Emergency
Corps y la invitó a unirse al Flying Ambulance Corps, una unidad que
se estaba preparando para curar a los soldados en el frente belga. Mairi no se
lo pensó dos veces y incorporó a Elsie en el proyecto. El 25 de septiembre de
1914, Elsie y Mairi se embarcaron en un barco rumbo a Bélgica.
Se dieron cuenta que los hospitales de campaña estaban
demasiado lejos de la primera línea, había que acercar los hospitales y no
perder tiempo, se establecieron en Peryse muy cerca del campo de batalla, allí pasaron
los siguientes tres años y medio.
El puesto de Pervyse no estaba vinculado a ninguna
organización internacional por lo que fueron ellas mismas las que tuvieron que
buscar los recursos necesarios. En varias ocasiones viajaron a Inglaterra donde
daban conferencias explicando su labor en el frente y recogiendo todo tipo de
donativos en dinero y especies para poder no sólo curar, sino también vestir y
alimentar a los soldados heridos y enfermos.
Llegaban infinidad de periodistas que querían retratar
y conocer a las que fueron bautizadas como las “Damas de Pervyse” o los
“Ángeles de Pervyse”. Además de ser las mujeres más inmortalizadas en el
frente durante la Primera Guerra Mundial, fueron también de las más
condecoradas.
En 1916, Elsie se casó con un piloto de las fuerzas
aéreas belgas al que no le dijo que estaba divorciada, continuando con la
versión de su viudedad. Harold de T’Serclaes era barón, por lo que Elsie
adoptaría el título de baronesa.
En marzo de 1918, ellas mismas fueron
llevadas al Hospital L'Océan en De Panne para recibir atención médica despues
de un ataque con gas. Elsie fue la más afectada y fue enviada de regreso a
Inglaterra por un período prolongado de convalecencia. Nunca se le
permitió regresar a Pervijze. El 22 de junio de 1918, Elsie y Mairi se
reunieron por última vez en Londres. Más tarde, su amistad llegó a un
final inesperado produciéndose un gran distanciamiento, posiblemente porque
Mairi se enteró de que Elsie no era viuda, como afirmó.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Elsie
Knocker, que mantuvo el título de baronesa, se unió de nuevo a la causa, esta
vez como oficial de la Women’s Auxiliary Air Force (WAAF).
En julio de 1942, Elsie quedó devastada por la muerte de su hijo Kenneth al ser
abatido el avión en el que viajaba en el frente. Acompañada de sus perritos, la
baronesa Elsie Knocker terminó sus días siendo una anciana de 93 años, el 26 de
abril de 1978.
Mairi le sobrevivió tres años. Tras el final de la
guerra, Mairi se reencontró con una amiga de la infancia, May Davidson, con
quien abrió una granja de aves de corral y tuvo una vida tranquila hasta que
falleció el 22 de agosto de 1981.
La ruta ciclista Ijzer 14-18 traza la antigua línea del frente y sigue los pasos de los Ángeles de Pervijze, forma la base de dos rutas ciclistas temáticas dedicadas a la guerra.
Fuentes:
https://mujeresconciencia.com/2017/08/16/las-damas-pervyse-elsie-knocker-1884-1978-mairi-chisholm-1896-1981/
(este Blog lo puedes curiosear pinchándolo
aquí, en la columna a la derecha)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Alguna sugerencia.........